ParaNorMEH: el decepcionante mundo de Norman

«They’re bringing out the dead now

It’s easy just to look away»

Messiah Ward, Nick Cave & the Bad Seeds

OLA K ASEN LEEN CRISIS CREATIBA O K AS… ah, no, que ya estamos en 2013. Que la frase ya no hace gracia. Maldita sea, siempre llego con retraso al humor. Ahora me dirán que ya no se saluda a la gente con un «¿¡GUASSAAAAAAAAA!?». En fin.

Y tras esta entradilla completamente forzada y sin relación alguna con el resto del artículo, voy a hablarles de ParaNorman, o como esos JENIOS DEL MARKETINS de la distribuidora la llamaron en España, El alucinante mundo de Norman. Mucho había oído hablar de la peliculita de marras, mucho y BIEN. Y… (venga, coreen conmigo) tampoco es para tanto.

¿Ven el cartel? Ya han visto lo mejor de la película.

El otro día, entre insinuación sexual y confesión amorosa, me comentaba Fosforo que «cualquier película infantil que vaya de “frikadas” últimamente crea una expectación absurda». Es la única explicación que encuentro para el éxito de la obra que nos ocupa, una cinta visualmente muy maja (y en stop motion, con el curro que conlleva), pero que hace aguas por todos lados.

ParaNorman es como un HellBlazer para críos: Norman ve muertos desde pequeño y habla con ellos, pero sus padres le toman por loco, como es natural. Sin embargo, resulta que solo él puede liberar al pueblo de una terrible maldición que blablablá y resucitan los muertos y nosequé y entonces llega un tipo y se pone «gua gua gua». Nada del otro mundo (¿lo pillan? ¡Del otro mundo! ¡Porque son zombis!), pero que en buenas manos podría haber dado mucho de sí.

¡DEL OTRO MUNDO! ¡JAJAJAJAJAJAJAJA!

Sin embargo, ParaNorman tiene un ritmo muy irregular y en muchos momentos la película resulta tediosa. A ello no ayuda que los personajes estén más vistos que el tebeo: el inadaptado Norman, el gordo «gracioso», el hermano cachas del gorderas, la hermana superficial de Norman (zí, la hedmana)… ninguno de ellos es especialmente carismático, y la película podría sobrevivir perfectamente sin ellos. Ninguno desempeña un papel crucial ni tiene más razón de ser que la de estar ahí. De hecho, el único que puede salvar al pueblo es Norman, así que los otros son más un apoyo y una excusa para algunos gags que otra cosa.

Visualmente, como era de esperar, la película es una maravilla, eso sí. Los diseños de los escenarios y de los personajes son muy elaborados y la película tiene sus referencias para los fans del cine de terror, pero como ya pasara con Brave (de la que hablé aquí), la brillantez técnica no basta para compensar un guion flojo. Y el de ParaNorman lo es.

Una de las innovaciones de la película es que tiene al primer personaje abiertamente homosexual de la historia del cine infantil (sí, infantil, acéptenlo). Ha habido de todo: desde gente que alaba la inclusión hasta gente que critica que el homosexual sea precisamente el personaje más estúpido de la cinta. A mí no me parece mal que el gay sea un imbécil enano mental, e incluso pienso que es MEJOR. Mejor, porque se demuestra que ser gay es solo un rasgo más, y que los homosexuales también pueden ser más tontos que las piedras. El problema de esto es que la revelación de la orientación sexual viene al final de la película y de forma muy gratuita, metida con calzador. Vamos, como la homosexualidad de Dumbledore: totalmente irrelevante.

Servidor viendo la película.

Sin embargo, la película parece haberlo PETADO bastante entre cierto sector del público. Ya saben, ese sector que espera con más ansia los nuevos capítulos de Hora de aventuras¸ que defienden que Mi pequeño poni es más adulta de lo que parece (hay margen, hideputas) y que lo flipan más con Brave que con The Cabin in the Woods.

No seré yo quien censure los gustos de nadie (salvo de los fans de Love of Lesbian y Vetusta Morla), pero entusiasmarse tanto con ParaNorman, una película floja, tópica, con momentos manidos, personajes insulsos y un guion que en muchos momentos corre como pollo sin cabeza parece propio de… de… ¡de videoblogueros! ¡Ya está, ya lo he dicho! ¡Cómprense un sentido del gusto nuevo, que lo tienen roto!

Volviendo a lo que decía al principio del artículo, todo apunta a que, como dice Fosforo, el factor friki ha influido bastante. Hace referencia al cine de terror, ergo tiene que ser buena. Pero no lo es. Ni siquiera es mediocre. Es floja. Bastante floja. Y es una pena, porque tenía potencial para haber estado BIEN, y ahí es cuando más fastidia: las buenas ideas que no llegan a ninguna parte.